Tratamiento eficaz, inocuo y seguro que favorece la rápida aceleración del proceso de recuperación muscular y una incorporación más precoz a la práctica deportiva.

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La práctica del deporte profesional conlleva una significativa incidencia de lesiones de los músculos, tendones o ligamentos, aspectos que afectan gravemente al rendimiento deportivo. 

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La R200 actúa mediante dos efectos principales:

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Por un lado, produce un calentamiento profundo de los tejidos. Este efecto térmico produce una vasodilatación, con aumento del aporte de oxígeno y nutrientes y mejor eliminación de edemas. El calor también estimula las células encargadas de la reparación de los tejidos (sobre todo los fibroblastos); a más altas temperaturas produce una reestructuración de los tejidos por contracción del colágeno, un efecto más deseable en tratamientos estéticos que en lesiones deportivas. Por ello se busca una elevación no tan intensa en la temperatura. Por último, tiene un efecto analgésico inmediato (más evidente en lesiones agudas que en las de larga evolución).

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Por otro lado se consigue un efecto electrofisiológico. Los daños tisulares producen cambios en las concentraciones de los iones y otras sustancias cargadas en el tejido lesionado, alterando la capacidad de las membranas celulares de llevar a cabo sus múltiples funciones. La R200 ayuda a normalizar estas concentraciones, lo que corrige el potencial eléctrico de la membrana celular y restablece la función celular.

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Dependiendo de la profundidad del tejido diana (músculo, tendón, ligamento) y de su resistencia al paso de una corriente eléctrico, se emplea el sistema de RF resistiva o RF capacitativa. Las frecuencias empleadas (300 kHz para la capacitativa y 500 kHz para la resistiva) favorecen una buena penetración de la energía.

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